Uno de esos detalles a tener en cuenta cuando planificas la boda es elegir las arras, para realizar la ceremonia del intercambio de las mismas. Pero ¿te has planteado cuál es su significado? o ¿dónde está su origen?. Te explicamos los secretos que esconden esta tradición.

La ceremonia de las arras

Las arras son trece monedas, y la tradición nos dice que sean todas del mismo tamaño, y que que doce sean de oro y una de platino.

La ceremonia de las arras tiene lugar después del acto de entrega de los anillos entre los contrayentes y es habitual que las arras sean llevadas al altar por los pequeños de la familia, en una caja de madera, en una bandeja o sobre un cojín, a la vista de todos. Aunque es un momento muy tierno ver a los pequeños acercarse al altar  con las arras , conviene que no sean excesivamente pequeños, para que no caigan o para que no les pueda la presión del momento. También puede llevarlas el padrino y entregárselas al sacerdote. 

Las arras son bendecidas por el cura y las entrega todas al novio. El novio entrega las arras a la novia diciendo “recibe estas arras como prenda de la bendición de Dios y signo de los bienes que vamos a compartir”. La novias recibe las arras diciendo “yo las recibo” y las devuelve al novio utilizando la misma fórmula.

De manera similar, en las bodas civiles esta ceremonia ocurre después de la entrega de los anillos, pero es la propia pareja la que se intercambia los anillos sin que intervenga el oficiante de la ceremonia. En este caso la frase con la que se produce el intercambio es la que los novios elijan 

Origen y significado de las arras

El origen de la tradición de las arras se remonta al lejano oriente y simbolizaban el intercambio de bienes que tenía lugar cuando se cerraba un trato de matrimonio, se entraban monedas o bienes a modo de señal, como garantía de que se iba a celebrar el matrimonio. En la actualidad se celebran contratos de arras en la compraventa de pisos, donde se entregan cantidades económicas como señalización de compra de un inmueble. 

También hacían referencia al pago que hacía la familia del novia a la familia de la novia si ésta llegaba virgen al matrimonio. Después las arras pasaron a ser clave para certificar un enlace, por lo que no se consideraba válido un matrimonio si no había habido arras en la ceremonia. Y durante la edad media sirvieron como garantía del matrimonio, y se perdían en caso de infidelidad. Las arras eran propiedades y bienes económicos, y cubrían hasta el 50% del patrimonio del novio, para que en el caso de fallecimiento del marido se garantizara la supervivencia de la mujer.

En la época del imperio romano, fue cuando se estableció la cifra de trece como la cantidad de monedas que había que entregar como arras en una ceremonia matrimonial. Estas 13 monedas que se pasan mutuamente de mano en mano los novios, representan los bienes materiales que la pareja va a compartir tras la boda, así como un deseo de bienestar, abundancia y prosperidad económica para cada uno de los doce meses del año (12 monedas para 12 meses) y dedicando la 13ª moneda como limosna a la caridad.

Este acto, como casi todos los que tienen lugar durante la ceremonia nupcial, es un signo de unión, en particular un signo de la unión económica de la pareja, que pasan a compartir los bienes

En algunos lugares de España es tradicional que las regale la madre del novio. En algunas familias se usan arras que han permanecido en la familia generación tras generación. Otras parejas deciden deciden comprar sus propias arras, y es el proveedor de las alianzas el que las proporciona, o bien se pueden encontrar en tiendas de numismática, donde suelen usarse monedas de la época del Rey Alfonso XII, que eran de plata.

La tradición más estricta mandan que las arras sean de oro plata, broce o de otro metal noble. En la actualidad se emplean monedas bañadas, monedas antiguas, e incluso monedas de países diferentes cuando los novios tienen diversos orígenes, como una señal de unión.

Enlace Fotografía.