Una de las cosas que se han hecho tradicionalmente después de acabar una boda es llevar el traje de novia al tinte para que lo recupere el color inicial y guardarlo en una caja.

Los americanos utilizan el concepto tras the dress que hace referencia a tirar el vestido de novia una vez utilizado en la boda, afianzado la relación ya que se ha usado una vez y no se usará más. De ahí que se haga un reportaje en el que no importan los daños que sufra el traje, ya que no se va a ver más.

Importando y adaptando este concepto a nuestra cultura ¿Y si antes de empaquetar los trajes os hacéis unas fotos chulas con ellos?

Un reportaje mucho más informal que refleje mejor vuestra personalidad, sin el encorsetamiento propio del día de la boda. Así podéis combinar el traje con unas Converse, o con una cazadora de cuero por encima, o el toque de color unos labios rojos. Podéis incluir a vuestras mascotas, como veis las posibilidades son muchas para hacer más persóname el reportaje.

No tenéis que preocuparos en exceso por la peluquería ni el maquillaje, el carácter informal de la sesión hace que le deis vuestro propio estilo a la sesión, y descuidar un poco el peinado o el afeitado si así os sentís mas cómodos.

Tampoco es necesario llevar el vestido a la tintorería para hacer las fotos de la postboda. Sabemos que el vestido queda fino después de la boda, pero normalmente esta suciedad no se aprecia en las fotos y a veces se arregla con photoshop.

Con respecto al lugar de la sesión de postboda, a veces la elección del lugar de celebración o los desplazamientos entre la iglesia y el restaurante no permiten realizarle reportaje fotográfico de los novios en el lugar que hubieseis deseado. O a lo mejor simplemente queréis maximizar el tiempo que queréis pasar con los invitados. El reportaje de postboda sería entonces una buena oportunidad para volver a vestiros de novios, y con mucha más calma que el día de la boda poder disfrutar un poco más de los trajes.

Podéis elegir el lugar que más os guste sin limitación ninguna, podéis viajar a localizaciones espectaculares, y atreveros a hacer cosas como una sesión en la playa con el agua del mar, o durante una tarde en una escalada, montando en moto, o a caballo, o simplemente dando una vuelta por el centro de Madrid, o por Roma, se trata de tener un reportaje fotográfico sin los nervios y las prisas propios del día del enlace, disfrutando de la pareja.

El estilo del reportaje fotográfico es principalmente creativo, aprovechando la fantástica luz de la hora dorada del final del día, incluso de noche. El hecho de dedicarle más tiempo a esta sesión hace que las imágenes sean más cuidadas e impactantes.

Esperamos que tengáis tantas ganas como nosotros de hacer este tipo de sesión.

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